Futuro por la Vida y la Salud, un horizonte de Libertadaugusto subir

La libertad solo es posible cuando nos unimos para cooperar. En el momento más oscuro, nadie pensó en salvarse sin ayuda; el miedo nos obligó a mirar hacia las instituciones comunes, y la gente exigió la intervención del gobierno en garantía de la protección de todos.

A pesar de ello, el régimen pagó millones en deuda externa, justo en el momento en el que nos desplomábamos en las calles, abandonados a nuestra suerte.

Nuestra libertad se nos escapó en los quirófanos, en los despidos masivos, en la búsqueda incesante de los cuerpos de nuestros seres queridos. Y, en medio de la impotencia, todos fuimos, sin duda, menos libres.

Frente a la opresión del enemigo invisible, entendimos que la libertad solo podía prevalecer con un Estado que cuide de todos y con el esfuerzo de los más humildes de nuestro país.

Por eso resulta una paradoja que, aún hoy, en nombre de la libertad, luego de las insultantes cifras de fallecidos y desamparados, la única propuesta a la que alcancen a llegar algunos sea la de ponerle un precio a nuestra salud.

En la otra orilla, UNES plantea dotar a los hospitales públicos de óptimo equipamiento, garantizar el acceso gratuito a medicinas, fortalecer las capacidades de los médicos y reconocerles una justa y oportuna remuneración. Además, seguridad alimentaria, vivienda, agua potable, alcantarillado, deporte y lucha contra la malnutrición infantil.

Ha llegado la hora de la toma de consciencia. Si algo dejó claro la pandemia es que la libertad implica emanciparnos de la necesidad, contar con servicios públicos que nos conduzcan hacia un futuro de radical igualdad de oportunidades.

Con esperanza, con alegre rebeldía, este año tenemos una responsabilidad histórica en las urnas. Asumamos el compromiso de votar por la verdadera libertad, porque el futuro nos pertenece.